Suéltate el pelo
Estaba en la mercería tratando de seleccionar un par de coderas de la tonalidad adecuada para apañar mi accidentada Barbour, cuando me he dicho: "Hasta aquí". Basta de vivir como si te doblases la edad. Basta de subsistir con las migajas esparcidas por caridad. Basta de esconderte en la comodidad de la omisión. Da igual que te equivoques y da igual que después te duela. Ha llegado el momento de actuar. De moverse en alguna dirección.
Así que he vuelto a casa y he contestado su último correo. Hace meses que intercambiamos tibios mensajes en los que suele deslizar un "ya nos veremos" o un "¿te apuntas al concierto?" que hasta ahora había ignorado sin explicaciones. En mi correo de hoy le he incluído mi plan para pasar la tarde del sábado junto con una invitación. Si se aviene a acompañarme a la jornada de cultura japonesa, al menos, habrá demostrado interés.
Y después ya se verá, si es que hay algo que pueda verse. De momento, y no es poco, que me quiten lo bailao.
9 comentarios:
Pues no es mal plan.
¿y por cuál ciudad pillan esas jornadas?
Suerte con la respuesta.
Y una confesión, yo fuí a ver esa película al cine, creo que tenía unos 14 años.
amen a eso. Mejor morir con las botas puestas, mucho sake en el cuerpo y alguna canción de los hombres G de fondo; a quedarte muerto de asco en el fondo del conformismo.
Saludos!
PS: bonito blog, intentaré seguir pasando
Si no funciona esta vez, no pienses que otra será, o que no era buen momento, ni nada de nada: OLVÍDALO.
Un beso.
EStoy de acuerdo con el santo job, la incertidumbre sobre lo que hubiese pasado siempre es más horrible de soportar que la decepción de que no pasara nada y además al arriesgarte siempre puede darse que tengas suerte.
;-)
eso! y tira el barbour!!
...si esas jornadas de cultura japonesa son en su ciudad, avise... no se me ocurre gran cosa para el sábado y el viernes ya me dejo caer (para abrir boca) por el sansui... No se preocupe... si por una de aquellas coincidimos, haré como que no le conozco de nada...
Las cosas no vienen solas, hay que ir tras ellas. Aunque en los juegos de invitaciones y declinaciones, suelen darse muchas veces respuestas inesperadas.
Suerte, sea cual sea la cara escogida de la moneda. La tuya me refiero ;-)
Si te acompaña a las jornadas japonesas eso es más que interés...
Publicar un comentario