01 febrero 2007

El cuento de nunca acabar

Me he levantado a las seis y media. He tomado un café fumando un cigarrillo, he tomado una ducha evitando desenlazar las pestañas y he restaurado mi cara aplicándome con cierta pereza. He elegido una combinación que hacía tiempo que no me ponía más por disponibilidad que por gusto.

He conducido hasta el trabajo. He invertido cuatro horas en seis tareas distintas, en comerme una manzana delante del ordenador y en fumar un cigarrillo con una amiga en la terraza del piso superior.

He conducido hasta la estación. He comido un sandwich vegetal y he bebido un botellín de agua. He dormitado en el tren de mediodía. He tomado un cercanías. He asistido a una reunión de un par de horas con un tipo al que no conocía. He tomado el mismo cercanías que antes pero en sentido inverso. He comprobado que el siguiente tren de vuelta estaba completo.

He tomado un café con sirope de avellana y nata en un Starbucks mientras ordenaba las notas de la reunión. He tomado el tren de vuelta. He escrito el acta de la reunión y un plan de actuación con el portátil en el asiento. He hablado por teléfono con mi jefe media hora. He conducido hasta casa.

He completado el acta y el plan según las indicaciones recibidas en la referida conversación telefónica. He enchufado el portátil al router -no funcionaba el WiFi, ni ganas me quedaban de saber por qué- y he enviado la información por correo electrónico. He picoteado un par de barritas de pan.

Y ahora, que son las diez y media, voy a desplomarme en la cama. Porque mañana tengo que levantarme a las seis y media...

15 comentarios:

Anónimo dijo...

que agotamiento, sólo de leer
que descanses
buenas noches :)

if dijo...

Me he cansado sólo de leerlo. Piensa en esto, mañana es viernes.

Párate de vez en cuando aunque sólo sea un par de segundos y respira. Todos tenemos un par de segundos para parar.

susej dijo...

Ante todo, no te estreses.
Y si no, avísame y te paso de mis pastillas para el estómago.

Esther Shylock dijo...

En el estrés nos perdemos hasta estar reventados por no encontrar el orificio de salida.

Te mando un poco de oxígeno, que seguro que te hace falta.

Un beso

Triki dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Triki dijo...

Y la casa sin barrer!

Nadia dijo...

A mí esto me suena a post(a) para conseguir mimitos, claro que puede que me equivoque.

Wanda◦○ dijo...

Me gusta más cuando resumes tus desayunos en compañía ... este día a día tuyo me estresa.
Y a ti tambien.

Alnitak dijo...

Pero brujita!! ¿Me ausento un tiempo y cuándo vuelvo te encuentro más agotada que nunca? Tiene usted que empezar a cuidarse ese estrés, eh?

pd. Perdona las ausencias, la vida, que da muchas vueltas.

José Luis dijo...

Extraña cosa esto de vivir

Y sin embargo es lo único que se tiene

Sea usted feliz

Eulalia dijo...

Conclusión: eres joven. :))
(Yo a mediodía ya estoy derrengá)
Un beso.

susej dijo...

Y la bruja murió estresada.
Me pregunto si llegaré a tiempo a los responsos...

Stefy dijo...

¡He vuelto!
La rutina es así de aburrida...
Besos

if dijo...

¿Sigues ahí?

Ale dijo...

yo no te digo ni que si ni que no...sino que si quieres que te cuente el cuento de la buena pipita