13 febrero 2007

Ausencia injusticable

Todo comenzó con el cambio de oficina. Las ventajas de trabajar en un polígono resultan tan abundantes como los inconvenientes. Sigo sin asimilar tener que levantarme una hora más temprano por la mañana y, aunque salgo antes por las tardes, el cansancio suele evitar que aproveche el día de la misma manera en la que lo hacía antes.

También estás tú. Que entraste en mi vida sin avisar, sin que yo te diese permiso. No ocupas demasiado mi tiempo. Quizá incluso lo ocupas menos de lo que desearías. Pero has generado en mi voluntad deseos que había olvidado.

Dedico más tiempo a correr porque detesto que me abraces por la espalda y apoyes tus manos en la orondez de mi cintura. Me ocupo más de la casa porque adoro que te sientas a gusto cuando gastamos alguna tarde de pereza acurrucados en el sofá. Y cuido de mi encrespado cabello, de mis insoslayables ojeras, de mis rebeldes uñas, de la aspereza de mis manos, de la sequedad de mis labios y de la frescura de mi aliento con más ahinco que nunca.

Además está lo del ascenso. Que no es un ascenso en sí, pero que me obliga a viajar más de la cuenta y que devora la dedicación de mis neuronas sin compasión ni mesura.

El hecho es que no encuentro las fuerzas ni las ganas para tomarme un respiro. Parece como si un devorador de tiempo y energía me hubiese hecho su presa. Y no hay escapatoria posible.

De momento lo tomo como un stand by. Más adelante descubriré si, en realidad, se trata de un au revoir.

7 comentarios:

susej dijo...

Se te echará de menos, pero no puedo decir que lo siento, me alegro mucho por ti...
...a pesar de toda la coquetez ;)

Angus Scrimm dijo...

mmm

Asumir la indecisión de los tiempos es una prueba de madurez, tú sabrás si quieres seguir siendo un tierno infante, si te compensa...

if dijo...

Simplemente avisa cuando vuelvas.

Entiendo que corras para volver a casa, yo también lo hago. Desde que hay alguien nuevo dedico menos tiempo a los blogs, me cuido las uñas, la piel..., y el cerebro. Ahora tengo a alguien que me estimula y hace que mi cabeza funcione mejor y más rápido. Por mucho que digan eso no es incompatible con el amor.

Que os vaya muy bien.

Wanda◦○ dijo...

Sigo pensando si esa historia no está más que en tu cabeza bruja despistada. Quizás el anhelo de esperar que así ocurra te deja sin reservas para seguir creyendo en la posibilidad, aunque no surja.

No escribas si no quieres, pero no te pierdas, ponte un gps o algo en la punta de la escoba, y da señales de vez en cuando.

Anónimo dijo...

A ver, los que estén cerca que le roben la escoba a la bruja, no se vaya a ir muy lejos...

Alnitak dijo...

Te estresa, de una forma o de otra, te estresa la vida, tienes que tranquilizarte, dejar de ir y venir, pequeña bruja porque si no, te quedarás definitivamente sin aliento.
Ya sabes que yo seguiré buscándote, donde te vayas.

Eulalia dijo...

Te estoy buscando por toda la blogosfera, y creo que ya he dado contigo, aunque...
Un beso.