19 noviembre 2006

3,14159265357989...


¿Por qué hay personas que dedican su tiempo a memorizar 40.000 decimales del número Pi? Es un reto que me resulta incomprensible. Frente al sinsentido tiendo a elaborar hipótesis descabelladas, arreglos razonados que me permiten asimilar lo inasible.

Cada vez estamos más solos. Las personas han abandonado su instinto gregario para adoptar una posición más personal respecto a la vida. Nos aislamos construyendo nichos inaccesibles que tratamos de describir a los demás mediante las más variadas manifestaciones. Pero ya no queremos seguir a nadie, ni convencerlo de que se una a nosotros. Ya no necesitamos la confortable sensación de sentirnos miembros del rebaño. La vida de cada uno apunta en una dirección distinta, sin necesidad de alineamiento.

Sin embargo, este proceso todavía se encuentra en fase de gestación. Los seres humanos individuales caminan hacia una utopía que se observa más avanzada en nuestros congéneres nipones. Hace tiempo leí que los japoneses habían inventado un dispositivo electrónico en el que grababan sus aficiones, gustos e intereses. Cuando ese aparatito encontraba uno análogo por la calle emitía un zumbido que informaba a sus propietarios de la coincidencia. Los japoneses inventaron una primitiva manera de paliar la soledad, aunque en su caso el objetivo todavía aparecía desenfocado. Las relaciones humanas seguían siendo un factor determinante.

En mi visión los seres humanos han superado esa necesidad de acercamiento. La intimidad ha quedado relegada a una subjetividad individual para convertirse las relaciones en simples instrumentos de realización personal. Las personas llevan también un aparatito, que bien podría ser un chip camuflado bajo la epidermis, que les informa de la cercanía de individuos con ganas de hacer lo que a ellos les apetece en ese momento. Pero aquí radica la diferencia, ya no se persigue la construcción de lazos duraderos, eso es algo que ha dejado de tener importancia. Lo único que importa es el momento, el disponer de la compañía adecuada para llevar a cabo la actividad preferida aquí y ahora. Y después: si te he visto, no me acuerdo.

Tal vez no sea eso lo que nos depara el futuro, pero apuesto a que podría serlo. Calculo que existe la misma probabilidad de que esto ocurra como de que el decimal que ocupa la posición 38.124 del número Pi sea 8.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Ah si?

Pues mi vida funciona completamente al contrario. Es raro pero cada vez creo más lazos que a sus vez hace a los que ya tenía más fuertes. Me cuesta mi tiempo crearlos pero no los olvido.

Eso sí cualquier activdad humana en compañía requiere más de un esfuerzo.

Besos.

P.D. No links (vaya que apropiado :o)

Eulalia dijo...

Uffffffffff,
Espero no verlo.
Adoro entablar vínculos de amistad, amorosos, de ocio, de lo que sea. Me encanta conocer a mis vecinos, estar con la familia, tener novio, amigos, contertulios...

Estoy de acuerdo en que las estructuras e instituciones que hasta ahora servían para satisfacer nuestro instinto gregario están desfasadas, y hay que echarle fantasía y ganas para adaptarlas a nuevas necesidades y problemas, pero no creo que sea una revolución tan radical como tú presientes.

Nos ahogan las responsabilidades, de acuerdo: quizá sea el momento de aprender nuevas habilidades para relacionarnos afectivamente con el otro sin exponernos por ello al chantaje emocional, plaga que hace más daño que todas las de virus, bacterias y demás bichitos juntos.

Un beso.

susej dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
susej dijo...

El instinto no se abandona, perdone que discrepe estimada bruja. Otra cosa es que el medio sea hostil.

if dijo...

Hace tiempo oí eso que dices, ya existe en Europa y se usan los móviles con Bluetooth. Sólo hay que apuntarse a alguna web de citas, pagar algo y te dicen como. Creo que bajan algún software al móvil.

Y yo me sé 6 decimales, pero eso no impresiona a nadie :(
3'141592 (if pone cara de niña buena que espera un sobresaliente)

Alnitak dijo...

Yo estoy deacuerdo con Sofi, y es que a mí me salen amigos por todas partes, soy un ser social por naturaleza, me encanta tocar, abrazar, acariciar, besar, y hablar, hablar durante horas para llegar a conocer al otro al menos un poquito.
pd. ¿Y si lo que te apetece es tener sexo? El aparatito te va a sonar con el primero que pase... Esto no me resulta nada útil, ¿eh?

Ale dijo...

¿has comprobado si es el ocho?