03 noviembre 2006

Adicción

No hay mucha diferencia entre un hábito y una adicción. Sin embargo, la segunda tiene una connotación compulsiva de implicaciones poco halagüeñas. A pesar de que algunas canciones, como Addicted to Love del genuino Robert Palmer, han tratado de añadir buenas vibraciones a este término, lo cierto es que nadie desea ser un adicto.

De entre mi variado catálogo de adicciones he seleccionado una. Cada mañana, antes de entrar al trabajo, hago una parada en el bar para tomar un café, hojear la prensa y fumar el primer cigarrillo del día. Es algo a lo que me cuesta renunciar, quizá porque no haya nada malo en ello. Pero he pensado que si consigo vencer este pequeño capricho podré enfrentarme al resto de mis adicciones con mayores garantías de éxito.

Son pequeños los pasos que se dan cada día, pero empeñarse en transitar el mismo camino solo lleva a una monotonía predestinada. Deseo cambiar el ritmo. Hoy solo es un tímido movimiento de hombros, pero quizá mañana me decida y comience a caminar por peteneras.

5 comentarios:

Marga F. Rosende dijo...

Yo también tengo ese hábito. Si me lo quito es como renunciar a un trozo de mano como poco.

Alice ya no vive aquí dijo...

Quizá la diferencia radique en la capacidad de control que tengamos o no sobre el hecho en sí mismo. Cuando hacemos algo de forma rutinaria y se acaba convirtiendo casi en una "obsesión" sin la que no podemos pasar, estamos camino de una adicción sin remedio.

Creo que todo camino empieza con el primer paso, y si somos capaces de demostrarnos que podemos cambiar el rumbo de un hábito, quizá la esperanza de modificar el resto nos permita potenciar nuestra fuerza de voluntad y determinación para cambiar las demás cosas de las que queremos deshacernos. El deseo de hacerlo ya lo tienes, lo demás está en tu mano.

Me gusta eso de caminar por peteneras, voy a tener que probarlo ;-)

Anónimo dijo...

desayunar con un periódico, y terminar con un cigarro... no sólo no tiene nada de malo, sino que es algo a lo que no debe renunciarse.
si tienes tantas, elige otra de tus manías para suprimir

un beso

Eulalia dijo...

Primera Tesis:
la creación necesita disciplina

Segunda Tesis:
Las rutinas en lo accesorio y contingente permiten abrir espacios a la creación.

Tercera Tesis:
Si eliges bien tus prioridades y aceptas la rutina para todo lo demás, la disciplina no se te hará tan dura.

Cuarta Tesis:
De vez en cuando es preciso poner en cuestión las tres tesis anteriores.

Corolario:
El café es adictivo, el tabaco es adictivo, ¿qué periódico lees?.

Un beso, anda.

Wanda◦○ dijo...

Suprimiría el cigarrillo, así cambiabas un poco la adicción y la salud te lo agradecería.
Puedes tambien cambiar el periodico por un Mortadelo, seguro que empiezas el día de mejor humor. Lo malo es que los cambios solo son nuevos al principio, después, hagas lo que hagas y cambies lo que cambies de tus hábitos se volverán otra rutinilla con el tiempo. No hay más.