27 noviembre 2006

Cortar por lo sano

¡Que le cooooorten la cabeza! ¡Que le coooooorten la cabeza!

Los gritos de la reina resuenan por toda la plaza. Es una reina gorda y rechoncha que levanta el dedo con el gesto fruncido. Su cara, que es mi cara, parece una fresa a punto de reventar. A su lado, un rey bajito y bigotudo que también soy yo, le coge la manga y murmura: "Tal vez no deberíamos cortársela. Mírala, tiene mala cara. Hasta verde se ha puesto y todo".

Yo tengo la cabeza, torcida hacia el lado derecho, apoyada sobre el círculo del tocón de madera. Desde allí puedo ver que los ojos del fornido verdugo, que también son mis ojos, me miran con hastío por detrás de la desajustada capucha. Giro el cuello para poder observar a la multitud que rebosa la plaza. Hay un sacerdote tonsurado que mira hacia el cielo suplicando clemencia. "No me queda mal ese peinado", me da por pensar. A su lado distingo a un noble con los brazos en jarras y un gesto de cruel determinación que deforma un rostro que es mi rostro. Más allá, delante del niño que mira alucinado sin comprender nada, una viejecita espera paciente el desenlace. Hay tantas encarnaciones de mi yo en el panorama que me siento en el medio de un laberinto de espejos.

"¿Por qué me van a cortar la cabeza?", me pregunto. Miro hacia el sombrero negro que yace a escasos centímetros de mi rostro tronzado sobre su punta deformada. No consigo recordar cómo he llegado allí. Pero me sobresalto al comprobar que yo también quiero que me corten la cabeza. Y me miro en la reina y me guiño un ojo deseando que sea capaz de entenderme.

6 comentarios:

Eulalia dijo...

Si, ahí estamos, Witch, ahí estamos, por lo menos hasta que consigamos llegar al otro lado del espejo.

Un beso.

Zifnab dijo...

Es una cuestión interesante. Que haría la reina de corazones sabedora de que sus súbditos quieren que sus cabezas sean cortadas?. No lo se, pero probablemente a Carroll le estallase la cabeza pensándolo

Se feliz

Alnitak dijo...

No tengo ni idea de si te cortaran o no la cabeza, pero hoy te debo una. Necesitaba escribir algo sobre los espejos para un proyecto que tengo entre manos y acabas de darme el empujón que me hacía falta.
GRAcias

Alice ya no vive aquí dijo...

Una de las satisfacciones primordiales de la reina de corazones era saberse poderosa y poder hacer a voluntad lo que desease con sus súbditos. No creo que interpretase un guiño cómplice como un acercamiento a tus pensamientos, si no más bien como un reto osado a su voluntad, pero en todo caso, te coratría la cbeza sin dudarlo por el placer de salirse con la suya.

Claro que siempre puede ocurrir lo inesperado y que despiertes bajo un árbol habiendo aprendido la lección.

xnem dijo...

Eso se llama "borrón y cuenta nueva?

Pensaba que de un momento a otro aparecería un gato sonriente con los labios de carmín rojo.

if dijo...

Eres una acaparadora, todos los personajes para ti.
Por otro lado ser a la vez víctima y verdugo no es algo muy habitual. ¿Es complicada esa dualidad? ¿Te había pasado antes?