05 diciembre 2006

My way



He tomado asiento en la proa, con el viento desafiando el calado de mi sombrero, para disfrutar de las burbujeantes olas que chocan contra el casco. ¡Con el miedo que le tengo al agua! Y ahí me tenéis, desafiando a la espuma que gorgotea en amenazantes jirones a mi alrededor.

El viento soleado se cuela a través de los remiendos del ajado velamen justo hacia el punto en que las raíces de mi ralo cabello dejan desprotegida la anhelante nuca. Escucho los gritos de los marineros dándose órdenes y contraordenes en un idioma extraño. Y aislo la confortable sensación de plácida calma de ese universo en movimiento.

Quiero quedarme aquí. Oteando el mundo sin deformarlo. Esperando que cada segundo suceda al siguiente para poder disfrutar de un racha de brisa más, del ladrido de otro arcano sonido, de las peligrosas borlas de espuma,...

Voy a quedarme aquí a mi manera.

2 comentarios:

susej dijo...

Como desees y bien estará pues es tu decisión.

Eulalia dijo...

Es, claro, una fantasía: qué más quisiéramos que el mundo estuviera en calma y pudiéramos conjurar miedos y compromisos sólo con subir a una barca egea...
Un beso.