27 diciembre 2006

Salvaje


Pasamos el día juntos, atravesando una montaña de sol benevolente y árboles frondosos. Los animales se acercan a nosotros sin miedo. El día transcurre mecido por palabras intrascendentes y filosóficas panorámicas sobre piedra adornada de blanco. Tú y yo. Que tan poco tenemos en común.

Me gustaría inventar lugares en los que no existiesen las personas... ¡Qué demonios! No querría ser capaz de inventarlos, desearía ser capaz de crearlos. Universos en los que los seres humanos fuesen tan solo difusas pinceladas sin detalle. Mundos de sentimientos por catálogo, un espacio en el que solo estuviese permitido enlazar momentos y sensaciones. La esencia del instante adecuado.

Porque el tejido vital solo recuerda momentos. Porque los procesos y las evoluciones solo son quimeras de sueños rotos. ¡Átame al tic tac de tus caderas! Y prometo no quejarme por el balanceo.

6 comentarios:

susej dijo...

ordesa? por ahi fuiste?
Nieve? volaste?

estoy pregunton :)

Nadia dijo...

O mareo. Sin biodramina que valga...

Eulalia dijo...

¿Aire libre, con este frío?
Estoy completamente domesticada: sofá y té caliente, mantita y momentos de tranquila conversación, algo de música, algo de...
En fin.
Un beso.

Triki dijo...

Parece que la disparidad de caracteres no es impedimento para que te dejes llevar por el suave mecer del tic tac tic tac...Espero que no te sorprendas despertandote con el desagradable riiiinnnnnng del despertador y te percates de que todo ha sido un sueño.

if dijo...

¡Átame al tic tac de tus caderas! Y prometo no quejarme por el balanceo.

Me quedo con esta frase, además creo que he encontrado las caderas perfectas.

Alnitak dijo...

¡Átame al tic tac de tus caderas! Y prometo no quejarme por el balanceo.

Parece que a todos nos ha gustado la misma frase, a ver si me atan de una vez, porque como no lo pillen voy a caerme del risco.
jaja