11 diciembre 2006

There's no place like home

Avenue Q

Wicked

Pasear por los parques

Riggwelter o las ovejas que no se pueden dar la vuelta

Un par de caprichos


Y los cafés de nuez en los Starbucks. Y la cena en Chinatown. Y comer donuts en Harrods. Y desayunar fish and chips. Y curiosear por Portobello. Y la tienda gourmet de Picadilly. Y la misa cantada de Westminster. Y caminar de noche por Buckingham... Y cientos de cosas que ahora recuerdo como pequeños destellos de sonrisas.

Pero la experiencia de disfrutar de Wicked desde el centro de la fila H, con las notas de Idina provocando una y otra vez escalofríos de emoción, es algo que nunca podré olvidar.

"El año que viene nos vamos a Broadway", nos hemos prometido.

6 comentarios:

if dijo...

¡Wicked!

Eulalia dijo...

Y, encima, regodeo.
Te perdono porque... No sé por qué, pero supongo que por puro cariño.
Un beso.

Alnitak dijo...

Jooooooo!!!! Yo quiero!
Por qué nos haces estas cosas Witch? que luego me entra una mezcla de nostalgia y envidia que me deja un mal cuerpo...

Nadia dijo...

Nunca me gustó mucho Londres, claro que lo más importante en un viaje suele ser la compañía.

Isthar dijo...

¡Quién pudiera!

Espero que encontrases lo que fuiste a buscar además de pasarlo tan bien :-)

Anónimo dijo...

¿pasaste por Holland Park? ¿pasaste?
si no es así, tienes que volver.
Me alegro, feliz vuelta bruji.
Pero no te calles, danos más detalles sobre las obras, comparte más momentos, venga, porfa.

Y tu betablogger me rechaza :'(