There's no place like home
Y los cafés de nuez en los Starbucks. Y la cena en Chinatown. Y comer donuts en Harrods. Y desayunar fish and chips. Y curiosear por Portobello. Y la tienda gourmet de Picadilly. Y la misa cantada de Westminster. Y caminar de noche por Buckingham... Y cientos de cosas que ahora recuerdo como pequeños destellos de sonrisas.
Pero la experiencia de disfrutar de Wicked desde el centro de la fila H, con las notas de Idina provocando una y otra vez escalofríos de emoción, es algo que nunca podré olvidar.
"El año que viene nos vamos a Broadway", nos hemos prometido.
6 comentarios:
¡Wicked!
Y, encima, regodeo.
Te perdono porque... No sé por qué, pero supongo que por puro cariño.
Un beso.
Jooooooo!!!! Yo quiero!
Por qué nos haces estas cosas Witch? que luego me entra una mezcla de nostalgia y envidia que me deja un mal cuerpo...
Nunca me gustó mucho Londres, claro que lo más importante en un viaje suele ser la compañía.
¡Quién pudiera!
Espero que encontrases lo que fuiste a buscar además de pasarlo tan bien :-)
¿pasaste por Holland Park? ¿pasaste?
si no es así, tienes que volver.
Me alegro, feliz vuelta bruji.
Pero no te calles, danos más detalles sobre las obras, comparte más momentos, venga, porfa.
Y tu betablogger me rechaza :'(
Publicar un comentario